Tatik Carrión
AntonioGómez
AntonioGómez
Es imposible desligar al pensamiento, el lenguaje y la cultura. Todos y cada uno de nosotros los expresamos en las diferentes formas de comunicarnos e interrelacionarnos, no sólo de manera verbal, sino también no verbal, e incluso en la forma de vestir.
La sociolingüista es la disciplina que de una forma transversal logra vincular lo “social” (comunidad, pueblo, grupos de personas) con el “lenguaje” (innato, facultad individual) dando cuenta como la sociedad interviene, interactúa e incluso transforma al lenguaje.
Para empezar a hacer un análisis sociolingüístico de un cuento, debemos conocer al autor, el contexto y algunos datos que éste mismo menciona en el escrito. A continuación hablaremos a grandes rasgos de “El sueño del pongo” del escritor peruano, José María Arguedas.
José María Arguedas Altamirano (n. Andahuaylas, 18 de enero de 1911 - m. Lima, 2 de diciembre de 1969), fue un escritor, antropólogo y etnólogo peruano.
El cuento está escrito en un lenguaje sencillo, que puede entenderse e interpretarse de forma fácil e incluso con una sola lectura. Es corto y ameno, su temática logra hacer un paralelo entre dos clases sociales (el verdugo y el oprimido) su estilo nos hace mantenernos atentos hasta el final del cuento, pues el final es inesperado, porque hasta en la última línea corrobora lo que ya habíamos pensado que podría pasar, el esclavo triunfa y logra hacerlo a través de la literatura. Por supuesto, la intencionalidad del autor es “delatar” a la burguesía feudal por sus malos tratos a los humildes servidores y “redundar” en lenguaje y acciones, el complejo de superioridad que desde siempre demostraron los “patrones” hacia sus trabajadores.
- ¿Eres gente u otra cosa? - le preguntó delante de todos los hombres y mujeres que estaban de servicio. Humillándose, el pongo contestó. Atemorizado, con los ojos helados, se quedó de pie.
- ¡A ver! - dijo el patrón - por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas sus manos que parece que no son nada. ¡Llévate esta inmundicia! - ordenó al mandón de la hacienda.
Arrodillándose, el pongo le besó las manos al patrón y, todo agachado, siguió al mandón hasta la cocina.
El autor logra apropiarse de las variaciones lingüísticas teniendo en cuenta los contextos sociales de cada uno de los personajes; personajes que representan dos grandes clases sociales, existentes no sólo en el Perú sino en todo el mundo. Los diálogos son propios de una región que alcanza a universalizarse debido a que, siempre tendremos campesinos y hacendados, por esto mismo, el trato y las formas de hablar son fáciles de comprender porque no es difícil presuponerlo y luego comprenderlo e incluso identificarse.
- Siéntate en dos patas; empalma las manos.
- ¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo, indio
- Tu licencia, padrecito, para hablarte. Es a ti a quien quiero hablarte
- Padre mío, señor mío, corazón mío
En todo el cuento es fácil notar el mal trato que ejerce el patrón sobre su peón, no sólo verbalmente, sino también de forma física; al final del cuento, el peón es sublimado en los cielos por un santo y de esa forma lograr una “venganza” “reprimenda” etc…aunque fuere literaria y en un sueño.
El universo temático del cuento vendría siendo “la igualdad y equidad” y subtema: “justicia divina”, “los maltratos” “los oficios que desarrollan los peones” “la doble moral” (el que peca y reza empata)…entre otros.
Este cuento tiene como finalidad una conciencia social crítica, y si bien es cierto que nada, ni la literatura, ni la muerte, ni el dolor han podido abolir estos atropellos, también es cierto que no denunciarlo al menos de forma artística también es una contribución a la barbarie. El silencio es cómplice, se dice popularmente; la denuncia, sea cual fuere su forma es una manera de confrontar ésta barbarie.
Sin embargo subsumiéndonos un poco más en honduras ideológicas es claro que el cuento cumple con el rol social y personal que toda obra de arte cumple y es el de expresar o reflejar la interioridad del autor. Arguedas debió ser profundamente católico, un creyente con gran sensibilidad social, “El sueño del pongo” refleja la paradoja de todos los creyentes que confrontan la realidad social. Cuando el lector se encuentra a la altura de las dos terceras partes del cuento, supone un desenlace violento incitado por la infame actitud del señor feudal y ejecutado por el pongo contra éste. Entonces Arguedas recurre al expediente del sueño, para, en esta proyección onírica, resarcir al sufrido y, de alguna manera, rescatar su conciencia de católico.
En esta obra el autor cuestiona la inmisericorde y exagerada actitud del patrón en la tierra pero para nada toca la responsabilidad que igualmente le cabe a la iglesia que ha interiorizado la “resignación, templancia y humildad” de los pobres en la tierra, “porque de ellos será el reino de los cielos”, como reza la bienaventuranza. En fin, no importan las desigualdades y las injusticias en la tierra porque ante Dios, todos somos iguales. Amén
Variables Léxicas: Pongo, Vizcacha, colonos, chancaca, mandón.
xdxdxdxdxdperra
ResponderEliminartu comentario me alegro el día amigo, sigue así
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